Agatha Ruiz de la Prada ha presentado dos colecciones que resumen su imaginario: diseño optimista, juego formal y una conexión directa con el público. La diseñadora ha dado la bienvenida a la temporada festiva desde su tienda de la calle Villanueva 5, donde ha presentado estas colaboraciones que amplían su universo hacia la gastronomía y la joyería accesible.
La primera colaboración llega con el lanzamiento del pack gourmet de edición limitada creado junto a Chocolates Marcos Tonda y Carmencita. La propuesta combina chocolate artesanal, especias emblemáticas y un packaging vibrante concebido por la diseñadora. Una alianza que, en palabras de Ágatha, permite que su lenguaje visual llegue a nuevos escenarios y conecte con consumidores desde otros códigos culturales. Y por otro lado la colección de pendientes diseñada junto a Karambaké, una lectura contemporánea de los corazones, estrellas y formas coloristas que definen su estética.
Ambas colaboraciones sitúan el cierre de año de Ágatha Ruiz de la Prada en una clave de expansión creativa: dos proyectos que, desde territorios distintos, mantienen intacta su energía lúdica y refuerzan la permeabilidad de su universo en la cultura visual contemporánea. Un diciembre que vuelve a subrayar la vigencia de su propuesta: imaginación, vitalidad y un uso del diseño como lenguaje abierto.




