Leyre Valiente y Antonio Alvarado han sido los diseñadores invitados a una nueva edición de Viernes visten canas, un encuentro organizado por el colectivo Mymo para esta nueva edición de Madrid es Moda. A medio camino entre la ponencia y el debate, estas charlas a dúo se configuran como un espacio para reflexionar sobre el talento sin edad. En esta ocasión, tuvo lugar el viernes 26 de enero a las 19:30 en la Biblioteca Pública Eugenio Trías.
En su presentación, ambos hicieron hincapié en que la moda ha tenido un grado de atracción irresistible para ellos. Antonio se presenta a sí mismo como amante de la moda por defecto, no como virtud. “Cuando tienes una fijación por un tema estético, es una auténtica obsesión”. Leyre, a su vez, comenta que a veces se pregunta qué es eso que tanto le atrae del mundo de la moda, una vocación que exige un enorme esfuerzo y que, en cambio, no siempre proporciona seguridad como profesión.
Alvarado montó su propio taller con 23 años y, aunque en ese momento algunos miembros de su equipo eran mayores que él, nunca vetó a profesionales más jóvenes según fue cumpliendo años. Fijarse en la trayectoria de los profesionales más jóvenes siempre le enriqueció. A Leyre, por ejemplo, le ha seguido la pista desde su trayectoria como estudiante.
Leyre aportó a la charla un bagaje importante a pesar de tener una carrera notablemente más corta que Alvarado. Como profesora de varias escuelas, dice reconocer en las jóvenes generaciones poca predisposición para el esfuerzo: “Los educan para ser estrellas, y el sacrificio les cuesta mucho”.
En opinión de Alvarado, "por un lado están los diseñadores que cubren las necesidades del mercado; por otro, los creativos y,finalmente, hay una tercera categoría que es la del artista que la usa como forma de expresión. En este sentido, la popularidad no sirve de nada, es un incordio, porque genera muchas expectativas que hay que mantener colección tras colección. Las televisiones y los medios lo están fomentado, pero el valor del diseñador no está ahí".
Leyre coincidía con Antonio: “A veces vendemos humo. Cuando haces mucho ruido con algo, la gente se queda con tu nombre, que es precisamente lo más difícil de retener por parte del consumidor. Es una forma muy inteligente de llegar al consumidor: a través del escándalo”. Pero más allá de esa estrategia, sobre la moda como modelo de negocio, Leyre aconsejó a los presentes que trasladasen sus expectativas y deseos a la realidad. "Aprendes siempre a través de del binomio ensayo y error”. La diseñadora, que tiene sus propias líneas de costura, prêt-à-porter y es directora creativa de la firma Kimoa, es consciente de que las marcas nuevas necesitan una inversión enorme para lanzar sus colecciones, y por propia experiencia aconseja a los más jóvenes: “No te vayas a ferias con una primera colección. Lo mejor es empezar siendo humilde. Monta tu taller poco a poco; trabaja a medida, haz novias, diversifica. Crea un colchón económico. Tener el feedback directo de una clienta es lo mejor que te puede pasar. Una vez tengas esa estabilidad, da los siguientes pasos. Un primer desfile hará que salgas en portadas de revistas, pero no te dará la continuidad que necesitas en una primera etapa”.