Durante dos semanas, la firma vasca SKFK ha trasladado a la capital francesa un pedazo de su universo creativo con la apertura de su pop-up store en París. Más que una tienda efímera, el espacio se ha convertido en un punto de encuentro donde moda, arte y sostenibilidad han dialogado en torno a los valores que definen la identidad de la marca.
El proyecto, concebido como una experiencia inmersiva, permitió a los visitantes explorar los procesos, las texturas y las historias que conforman el ADN de SKFK. En colaboración con la marca catalana Duamadé, el espacio cobró vida con elementos creados a partir de plástico reciclado, una intervención que materializó la visión circular y consciente que ambas firmas comparten.
La propuesta se completó con un pintxopote que trasladó los sabores del País Vasco a París, con productos de Maskarada y el txakoli Gorka Izagirre. Una celebración de comunidad y autenticidad que unió tradición e innovación a través de la gastronomía, el diseño y la conversación. “Momentos así nos recuerdan por qué hacemos lo que hacemos: para conectar, celebrar la comunidad y compartir nuestros valores”, subrayan desde SKFK.
Con esta iniciativa, la marca reafirma su compromiso con un modelo de moda responsable, creativo y profundamente enraizado en su territorio, pero con una mirada abierta al mundo.