El broche de oro a la última jornada de la Barcelona Bridal Fashion Week lo puso Pedro Palmas con su colección ‘Neige’ inspirada en la nieve y el silencio absoluto que envuelve ese momento, el reclamo eterno de pureza, el mismo que hace que las novias vistan de blanco, augurio de bienes y prosperidad.
Con formas arquitectónicas, el diseñador canario amplía el concepto de novias hacia un espacio de atelier y personalización de sus vestidos con la utilización de rasos en seda y poliéster, mikados y crepes, aportando a los vestidos de novia aires nuevos y frescos, donde el concepto se adapta a la personalidad de cada mujer.