"Querido David, me cuesta mucho escribirte esta carta, me duele porque siempre te he admirado y defendido en este a veces banal y patético mundo de la moda donde cualquiera se cree un dios o un rey y más bien se defiende o apoya poco la creación, menos aún si uno se dedica a diseñar, a crear moda de autor.
Fuiste, eres y serás siempre un grande de la moda española y no solo moda; tu humanidad, personalidad, carácter, talento e irreverencia te hicieron un artista. Un don con el que nacen solo algunos pocos; un genio que fue mas allá traspasando la frontera entre arte y moda.
Recuerdo el día que nos conocimos como si fuese ayer. Fue en Barcelona en el festival de diseño Circuit en el año 2000 donde pude presenciar una de tus primeras colecciones: "Sans Titre", compuesta por prendas diseñadas a partir de uniformes militares de segunda mano sobre los que escribiste con la mano izquierda y de una forma casi mágica textos de tu admirado Joseph Beuys con tu ya famosa y reconocible tipografía "Davidelfin". Me sentí un privilegiado al conocerte, sabía que estaba delante de un genio, un artista. Cuatro años más tarde nos encontramos en la antigua pasarela Cibeles, donde yo presentaba mi segunda colección en Madrid, y fuiste el primero en llamarme por teléfono y felicitarme por el premio L'Oreal que entonces me habían otorgado. Yo pensé: solo un grande tiene esa humanidad, ese compañerismo, esa actitud y estaba en lo cierto David porque agitaste, elevaste y demostraste a todo el mundo que en nuestro país también hay talento y mucho, no solo en el arte sino también en la moda.
El destino, la vida y el ritmo frenético de nuestra profesión hizo que no fuésemos íntimos amigos pero siempre hubo compañerismo, admiración y respeto entre ambos. Has sido un líder de la moda española David, ahora empieza tu leyenda. Gracias por el gran legado que nos has regalado, grande entre los grandes, nunca te olvidaremos".
Ion Fiz