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18 septiembre 2014 - Asociación

La moda, a debate en Conde Duque

El centro cultural Conde Duque acogió la mesa redonda  “Desfiles: el día después”, en la que participaron los diseñadores Ana Locking, David Delfín y Manuel García, junto con Cósima Ramírez, responsable de Expansión Internacional de Agatha Ruiz de la Prada. Marta Blanco, presidenta de la Asociación Amigos del Museo del Traje, fue la encargada de moderar un debate en el que se discutieron temas como la obsolescencia o no del formato actual de desfile, nuevas vías de presentación de colecciones o el proceso que sigue una colección después de su presentación.

Hace ya casi doscientos años, Worth comenzó a enseñar sus vestidos sobre modelos. Este sería el embrión de lo que hoy llamamos desfiles. En los años cuarenta y cincuenta del pasado siglo, las casas más prestigiosas comenzaron a invitar a la prensa especializada, a compradores y a las clientas más selectas a compartir sus nuevas propuestas mediante desfiles muy exclusivos donde todo se veía de cerca y se tocaba.

García Madrid recuperó esta fórmula para su última colección con una presentación en la que los modelos eran estáticos y los clientes y prensa podían acercarse a ver las prendas. “Para mí es muy importante que la gente pueda tocar los tejidos y ver de cerca cómo están confeccionadas mis prendas. Por esto elegimos este método en vez de un desfile convencional”, comenta Manuel García, director creativo y CEO de la enseña.

En 2010, Suzy Menkes cuestionaba la validez del desfile como medio de comunicación en un artículo  para el New York Times titulado “¿Son las pasarelas realmente necesarias?”. Desde entonces, expertos del sector se han preguntado por la pervivencia o no del sistema. Este verano, en una conferencia en Londres, Anna Wintour, aconsejaba a los alumnos de Saint Martins que buscaran nuevas fórmulas para presentar las colecciones.

Cósima Ramírez, responsable de Expansión Internacional de Agatha Ruiz de la Prada aconseja a las nuevas marcas que se diferencien del resto y que busquen nuevas vías para presentar sus trabajos. “La pasarela es un formato caro. Para hacer un desfile hay que tener medios y usarlos bien para que realmente sea rentable para la firma”, declara.

David Delfín opina que todo lo que envuelve a un desfile da valor añadido a las prendas. “Las fotos y el material que nos da un desfile nos ayuda mucho. En mi caso en las ventas online, porque desde el momento en que presentamos una colección en pasarela las prendas pueden comprarse a través de  la sección personal order de nuestra web”.

En la misma dirección se sitúa Ana Locking. La diseñadora, que acaba de estrenar showroom de venta en Nueva York, afirma que los desfiles ayudan a que los nuevos clientes capten el sentido de sus colecciones. “Las pasarelas sirven para posicionar a las marcas. Son un medio, pero nunca puede ser el fin último de la creación de una colección, ya que el mayor éxito de un desfile es poder ver tus prendas en la calle”.

Este debate se enmarca en el ciclo Madrid es Moda en Conde Duque, un programa de actividades en el que también se encuentra la exposición “Desfiles: el teatro de la moda”, una muestra organizada por ACME que podrá verse hasta el 21 de septiembre en Conde Duque.[:]

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