Ana Locking, Moisés Nieto y Helena Rohner son las firmas que se suman este año al original proyecto regalando sus diseños de iluminación a la plaza de Chueca, calle Arenal y al abeto luminoso de la plaza de San Juan de la Cruz respectivamente. Tres enclaves cargados de historia y muy transitados por los madrileños que serán tocados por la magia de la Navidad y la moda de autor.
“La plaza de Chueca ha venido representando tanto para el colectivo como para sus aliados el símbolo de la libertad, un refugio seguro donde poder expresar una individualidad y una identidad únicas, donde poder manifestar un sentimiento de inclusión, de libertad de expresión y de conexión únicos en la ciudad de Madrid. Es por ello por lo que las luces de Navidad que hemos diseñado para esta plaza representan la celebración de todo ello tomando los colores de la bandera del colectivo LGTBIQ+ en forma de estrellas que homenajean no solo lo conseguido a lo largo de décadas de esfuerzo y lucha, sino que estas estrellas representan la esperanza utópica de un mundo mejor en este rainbow de colores en movimiento”, afirma Ana Locking.
Por su parte, Moisés Nieto, fiel a su filosofía, ha tomado como punto de partida el origen artesanal del barrio al que pertenece la calle Arenal, rindiendo así un pequeño homenaje a los oficios: “Para diseñar la iluminación de calle Arenal decidí inspirarme en el barrio de Madrid donde se albergaban en el siglo XVII todos los talleres artesanales (hiladores, bordadores, guarnicioneros...). Las piezas que iluminan la zona desde Sol hasta Ópera son grandes esferas que recuerdan a patrones circulares hechos en ganchillo. Labores artesanales utilizadas hasta hace poco para decorar la casa. Minuciosos círculos en colores cálidos y vibrantes”, añade Moisés.
Y la diseñadora de joyas Helena Rohner define así el abeto luminoso moldeado para la plaza de San Juan de la Cruz: “Pensaba en un árbol como símbolo universal, sin mensaje más allá de la naturaleza y su armonía implícita. Se ha diseñado con el firme objetivo de ser una presencia alentadora: tanto de noche un árbol encendido como de día sin encender”.
Las propuestas del resto de creadores, estrenadas en años anteriores, se mantendrán en las ubicaciones habituales. El romántico diseño de Juan Vidal, donde el color rojo y un gran corazón son los principales elementos, iluminará la calle Preciados, y el de Maya Hansen tomará la calle Montera, inspirado en el mundo del patinaje y en la obra del grafitero Muelle, muy vinculado a este lugar. Vuelve también a la calle Fuencarral el universo creativo de Teresa Helbig y a la calle Goya la colorida guirnalda de Duyos, que recuerda las líneas de la joyería clásica y la fuerza que transmiten las piedras preciosas. Además, en el paseo del Prado será una vez más parada obligada la menina de 10 metros de altura y 37.720 bombillas led, diamantes de plástico, lentejuelas y bolas de color plata diseñada por Andrés Sardá en colaboración con el proyecto Meninas Madrid Gallery del artista Azzato y Madrid Capital de Moda.
El único diseño que cambia de espacio es el gran árbol de luz de Devota & Lomba, que este año podrá disfrutarse en Madrid Río, a la altura del puente del Rey. La geometría y la papiroflexia son los principales protagonistas de este especial árbol, señas también de identidad de la marca dirigida por Modesto Lomba.
La unión de los diseñadores de ACME con la Navidad de Madrid tiene un largo recorrido. Esta sinergia entre los mejores creadores de moda y el alumbrado de la capital se inició en 2006 y desde entonces han sido muchos los diseñadores que han tenido el privilegio de vestir Madrid cediendo sus creaciones a las fiestas más ilusionantes del año.